Juan Ramón Gómez Pamo

Juan Ramón Gómez Pamo

Vocal 2º

Arévalo (Ávila), 1/09/1846 – Madrid, 7/11/1913

El farmacéutico investigador

Juan Ramón Gómez Pamo es uno de los farmacéuticos españoles más importantes del siglo XIX. Excelente y reputado investigador, unió a su actividad docente la de estudioso y autor de numerosas publicaciones científicas, habiendo sido uno de los primeros que trabajó en España en Histología Vegetal. Formó parte de las corporaciones científicas más importantes de su época, y se ocupó incansablemente en la labor institucional del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, contribuyendo de forma decisiva al proceso de colegiación obligatoria¹.

Su padre, farmacéutico de Arévalo

Su padre, Nicolás Gómez Callejo, llevaba una botica en la Plaza de la Constitución, también denominada Plaza del Arrabal, en la localidad de Arévalo². El boticario decidió trasladarse a Madrid en 1846 para dar mejores estudios a sus hijos, instalándose con la familia en una vivienda del número 28 de la calle Santa Isabel. Al mismo tiempo, abrió una farmacia en el 5 de la misma calle³, perteneciente al distrito de Congreso (actual Barrio de las Letras). En aquella zona urbana se ubicaban los hospitales madrileños General y Montserrat, que aseguraban una asidua clientela a la botica⁴.

Nicolás Gómez también se empleó en labores institucionales del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, figurando en 1865 como secretario. Coincidió en la Junta Directiva de aquel año con el farmacéutico Juan Ruiz del Cerro⁵.

Un entusiasta de la Botánica y la Mineralogía

Su hijo Juan Ramón comenzó los estudios de segunda enseñanza en el Colegio de San José de Calasanz, y terminó graduándose en 1862 como bachiller del Instituto de San Isidro de Madrid.

Especialmente aficionado a las Ciencias Naturales, sobre todo a la Botánica y a la Mineralogía, durante sus vacaciones en Arévalo ideó la transformación de la huerta del antiguo convento de la Santísima Trinidad en un parque municipal botánico. Tras obtener los permisos municipales oportunos, se dedicó a la plantación de una gran variedad de especies. Actualmente, el viejo Paseo de la Alameda conserva el nombre de Parque Gómez Pamo, recuerdo de las tempranas iniciativas botánicas del joven farmacéutico⁶.

Farmacia de la calle Santa Isabel, 5

Siguiendo los pasos de su padre, Juan Ramón se decantó por los estudios en Farmacia, en los que obtuvo buenas calificaciones. Hizo las prácticas en la botica de la calle Santa Isabel⁷ y culminó su etapa universitaria de licenciatura en 1867, con el grado de sobresaliente. Poco después, alcanzó el grado de doctor, en 1868, tras la defensa de su tesis sobre Éteres en general. En ambos grados fue merecedor del premio extraordinario.

En aquel mismo año falleció su padre, y Juan Ramón se hizo con la propiedad de la farmacia, en la que desarrolló durante cuarenta y cinco años una parte de su carrera profesional. En 1940 la botica salió de la familia y fue traspasada a Nicolás María Urgoiti Somovilla⁸.

Catedrático con 35 años

Gómez Pamo supo alternar el ejercicio de la botica con el trabajo en la Facultad de Farmacia. Ya en 1870 recibió el nombramiento de auxiliar de Prácticas de operaciones farmacéuticas, y en 1881 el de catedrático supernumerario interino, cargo que consolidó en propiedad en 1882.  

Transcurridos seis años, ganó por oposición la cátedra de Mineralogía y Zoología aplicadas, pero poco después, debido al fallecimiento del Dr. Lleget, fue trasladado a la cátedra de Materia Farmacéutica vegetal, en la que destacó como uno de los primeros españoles que trabajó la Histología Vegetal.

Especialista en Farmacognosia

Se preocupó de identificar las plantas medicinales por las características de sus tejidos, y no por su aspecto externo. Este nuevo planteamiento abrió un nuevo enfoque a la Farmacognosia, convirtiéndola en una disciplina científica⁹. Gómez Pamo trabajó desde su cátedra y desde el laboratorio, difundiendo su labor a través de numerosas y exitosas publicaciones, y de las reediciones de sus trabajos.

Las láminas elaboradas con gran esmero por este especialista en Farmacognosia son un excelente ejemplo de su actividad docente, un material que le resultó muy útil para la enseñanza de la Farmacognosia. Las láminas son igualmente prueba del carácter innovador del análisis de las estructuras histológicas de los vegetales y de su relación con la especie vegetal correspondiente.

A través de esta nueva metodología, nuestro farmacéutico también intentó dotar a los profesionales de un juicio crítico en la identificación de las drogas vegetales, y auxiliarles en el hallazgo de posibles falsificaciones de productos medicinales sujetos a comercio. El legado de Gómez Pamo se ha conservado en la Universidad Complutense de Madrid, como parte de la colección de drogas del departamento de Farmacología, Farmacognosia y Botánica de la Facultad de Farmacia¹⁰.

Son especialmente reseñables su Manual de análisis químico, con cuatro ediciones, y su Tratado de Materia farmacéutica vegetal, con dos, considerada esta última una obra maestra en su época¹¹. Destacan también sus trabajos de colaboración en numerosas revistas, como El Eco de las Ciencias Médicas, la Farmacia Española, o El Semanario Farmacéutico.

Corporaciones científicas

Fue miembro de un buen número de corporaciones científicas: presidente de la Sociedad Linneana Matritense, miembro de la Sociedad Histológica de Madrid, académico de la Academia Médico-Quirúrgica Española, corresponsal de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña, vocal de la Junta Provincial de Sanidad en el bienio 1885-1887, consejero del Real Consejo de Sanidad y, con solo 39 años, miembro de la Real Academia de Medicina de Madrid.

Su toma de posesión tuvo lugar en 1885 y ocupó el sillón nº 30. Leyó el discurso de ingreso titulado Cuáles deben ser los fundamentos de la alimentación racional del hombre, al que contestó Gabriel de la Puerta. Quedó adscrito a la Sección de Farmacia, y años después ejerció como tesorero de la Academia de Medicina¹².

Farmacéutico titular en el distrito de Hospital

Tras encargarse durante la epidemia anterior a 1890 del despacho de recetas de una Casa de Socorro, perteneciente a la sección médica cuarta del distrito de Hospital, en ese mismo año fue nombrado farmacéutico del Cuerpo Médico-Farmacéutico de la Beneficencia Municipal¹⁴.

Organizador de la Exposición de 1882

Junto con los farmacéuticos Eugenio Guzmán y Corrales y Francisco Angulo y Suero, Gómez Pamo presentó en 1871, al Colegio de Madrid, una propuesta para la realización de una exposición farmacéutica nacional, en la que el colectivo profesional pudiese mostrar su valer científico. El certamen fue organizado por la corporación madrileña en 1882, y allí destacó Juan Ramón, mostrándose especialmente activo. Participó como jurado de los expositores, como miembro de las comisiones de la organización congresual, y como farmacéutico expositor. En sus anaqueles figuraban tres medicamentos galénicos y, por supuesto, las publicaciones científicas fruto de su trabajo académico¹⁵.

Reconocido en vida

Un apartado específico merece el compromiso de Juan Ramón Gómez Pamo con la profesión farmacéutica. El abulense sobresalió como un activo fundamental en la vida del Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid de la segunda mitad del siglo XIX. Su prestigio académico, su compromiso con el colectivo de comprofesores, y sus conocimientos científicos le valieron un especial reconocimiento por parte de sus compañeros y del mundo sanitario en general.

Antes de ingresar como colegial numerario, ya había sido acreedor de una mención honorífica por los servicios prestados durante la epidemia de cólera en 1865. También lo fue de una medalla de oro y mención honorífica por el manejo de un procedimiento especial para la preparación de medicamentos. Obtuvo el premio Almazán en concurso público abierto por el antiguo Colegio madrileño. La labor del farmacéutico en la institución madrileña se consolidó con el desempeño de diversos cargos: de secretario primero, de fiscal y vicepresidente, después, y finalmente ocupando la Presidencia en los años 1889 y 1893. En la primera Junta de Gobierno del nuevo Colegio obligatorio de Madrid de 1898 desempeñó el cargo de vocal 2º.

En el centro de la polémica

A Juan Ramón Gómez Pamo le tocó ejercer la presidencia de los farmacéuticos en un periodo en el que el desorden y el desconcierto atenazaban el ejercicio de la profesión. Presidió juntas teñidas por las hondas discusiones sobre el modelo de Farmacia que debía adoptarse, y escuchó numerosas voces de regeneración que se alzaban pidiendo soluciones. No fue un periodo fácil. Cuestiones como la libre venta de específicos y aguas medicinales, la aprobación de una ley del timbre más onerosa, la actuación de sociedades farmacéuticas con igualas, o el intrusismo amenazaban el statu quo de las oficinas de farmacia.

Tanto Gómez Pamo, como una buena parte del colectivo farmacéutico, fueron favorables a la colegiación obligatoria. La propuesta venía barajándose desde hacía tiempo y su implantación se conceptuaba como remedio para paliar los males de la profesión. La crisis sufrida por el colectivo también se debió al rechazo de una parte de los farmacéuticos a la colegiación obligatoria, mayoritariamente inspirados por sus principios liberales. En aquellos años, en el antiguo Colegio, un bajo número de colegiados y de farmacéuticos asistía a las juntas: en octubre de 1894 solo 36 profesionales acudieron a la Junta General. Para atajar el desaliento existente, la Junta de Gobierno, y Gómez Pamo al frente, tomaron la decisión histórica de suprimir temporalmente el pago de las cuotas colegiales, para favorecer el reingreso de los colegiales que se habían dado de baja¹⁶.

Las tensiones en el cuerpo farmacéutico cristalizaron en la dimisión en noviembre de 1894 de Gómez Pamo, del vicepresidente, del secretario, y después de toda la Junta de Gobierno¹⁷.

Los conflictos en el seno de la corporación de boticarios eran un reflejo de los difíciles momentos por los que atravesaba la profesión, que fueron disipándose gradualmente en las primeras décadas del siglo XX. Gómez Pamo continuó con la actividad académica e intelectual, y su dedicación científica dejó rastro en no pocos discursos académicos de apertura y contestación, trabajos en la Comisión de Farmacopeas, intervenciones en la redacción de la séptima edición de la Farmacopea Española de 1905, o en el ejercicio de cargos electivos de distintas asociaciones y entidades de carácter académico, científico y profesional.

Una semblanza de profesor

Para el médico Manuel Tolosa y Latour, prestigioso pediatra e íntimo amigo de Benito Pérez Galdós, Juan Ramón Gómez Pamo era “de los farmacéuticos que están cortados más a la moderna”¹⁸.

La figura de Juan Ramón Gómez Pamo en sus aspectos científico y profesional se completa con la de un hombre afable, maestro sabio y cariñoso con sus discípulos, amigo de sus comprofesores, y entregado a la Universidad, a la que acudía cada día puntualmente, envuelto en su gabán y chistera.

Coronó su carrera con el nombramiento de senador electo por la Real Academia de Medicina en el periodo de 1905 a 1907¹⁹.

Su legado

Sus explicaciones sobre la distinción de las zarzaparrillas, retamas e ipecacuanas, sus adulteraciones y alteraciones excitaron el afán por aprender de varias generaciones de farmacéuticos²⁰. En su honor, un aula de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense madrileña lleva su nombre.

Las distintas generaciones de los Gómez alumbraron médicos y farmacéuticos desde la primera mitad del siglo XIX. Además de seguir la profesión del abuelo Nicolás su hijo, Juan Ramón, una hermana de este último, Teresa, casó con el farmacéutico José Edo y Herrero²¹. Otro hermano, Marceliano, estudió Medicina, y se especializó en cirugía en los Hospitales de la Princesa y General. Marceliano fue autor de un Manual de curas, apósitos y vendajes, y de una memoria sobre Terapéutica de los cirujanos españoles en las heridas de armas de fuego²².

La estirpe farmacéutica continuó en su hijo, Fernando Gómez-Pamo del Fresno²³, graduado en Farmacia en 1900 y doctorado en 1903, que heredó la farmacia familiar en 1914²⁴. Sin embargo, este farmacéutico destacó por su talento artístico y teatral, y como dibujante y caricaturista del diario madrileño ABC.

Resultado de la admiración de los farmacéuticos por el legado de Juan Ramón Gómez Pamo, en el chaflán de la esquina de la calle Santa Isabel con la calle de los Tres Peces reluce una placa en la que la diosa Hygea sostiene la copa de la protección y la salud, flanqueada por un medallón con la efigie del farmacéutico, sobre la leyenda que dice “Al sabio catedrático y académico de la Real Academia de Medicina, Exmo. Sr. Dr. D JUAN RAMÓN GÓMEZ PAMO. Al maestro, gloria de la ciencia, los farmacéuticos españoles en el 1º centenario de su nacimiento 1846-1946”.

Juan Ramón Gómez Pamo falleció en Madrid, a los 67 años, y sus restos fueron inhumados en la Sacramental de San Lorenzo.

↑ ¹ Parte de esta reseña biográfica está obtenida de Rafael Roldán Guerrero, Diccionario biográfico y bibliográfico de autores farmacéuticos españoles. Madrid, 1975. Tomo II, pp. 472 y ss.; de la biografía elaborada por Juan Esteva de Sagrera para la Real Academia de la Historia, así como de la publicación dedicada al aniversario de su nacimiento, todas ellas reseñadas en las siguientes notas a pie de página.

↑ ² «Juan Ramón Gómez Pamo, en el 170 aniversario de su nacimiento». Cuadernos de Cultura y Patrimonio. La Alhóndiga, Asociación de Cultura y Patrimonio, nº 34, agosto de 2016, p. 6 [disponible en línea] [consultado el 22 de julio de 2021] http://www.lallanura.es/CUADERNOS/CDN34.pdf.

↑ ³ En algún momento entre 1922 y 1939, el número de la calle cambió al 7 actual.

↑ ⁴ La botica tenía una portada de madera con puerta de acceso central, las estanterías interiores estaban separadas por columnas de madera talladas y un friso en la cornisa. Íbid., p. 9.

↑ ⁵ El Restaurador farmacéutico. Tomo XXII, año 1866, p. 6.

↑ ⁶ «Juan Ramón Gómez Pamo, en el 170 aniversario de su nacimiento…», pp. 7 y ss.

↑ ⁷ Certificado de 25 de mayo de 1867 de Nicolás Gómez Callejo acreditando los dos años de prácticas de su hijo Juan Ramón en la asignatura de Operaciones Farmacéuticas. Archivo Histórico Nacional (AHN). Universidades, 1071, Exp. 63.

↑ ⁸ Información extraída del historial de farmacias del COFM y del expediente personal de colegiado de Nicolás María Urgoiti Somovilla, ACOFM 506/29.

↑ ⁹ Esteva de Sagrera, Juan. «Juan Ramón Gómez Pamo» en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (DB-e). [Disponible en línea] [consultado el 22 de julio de 2021] https://dbe.rah.es/biografias/10942/juan-ramon-gomez-pamo.

↑ ¹⁰ Gómez Pamo fue nombrado en 1879 auxiliar de “Ejercicios prácticos de determinación y clasificación de objetos de materia farmacéutica”, y entre 1889 y 1913 se ocupó de la cátedra de Materia Farmacéutica vegetal, periodo en el que trabajó sobre un nuevo sistema de organización. Fuentes: Tríptico denominado Colección de Histología Vegetal Gómez Pamo. Facultad de Farmacia. Museos y Colecciones Universidad Complutense; Web Colección histórica de drogas. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense [disponible en línea] [consultado el 26 de julio de 2021] https://www.ucm.es/cultura/c.hist.drogas ; y Juan Ramón Gómez Pamo, Índice de la colección de la cátedra de Materia Farmacéutica Vegetal. Madrid, s.n., 1911.

↑ ¹¹ El farmacéutico militar Rafael Roldán Guerrero recoge en su Diccionario biográfico y bibliográfico 58 trabajos y publicaciones de Juan Ramón Gómez Pamo. Ibid., pp. 474 y ss.

↑ ¹² Web de la Real Academia Nacional de Medicina de España. Académicos. Juan Ramón Gómez Pamo [disponible en línea] [consultado el 22 de julio de 2021] https://www.ranm.es/academicos/academicos-de-numeroanteriores/974-1885-gomez-pamo-juan-ramon.html

↑ ¹³ El Imparcial. 31 de enero de 1898, p. 2.

↑ ¹⁴ “Documentos que acompañan a la solicitud del Doctor D. Juan Ramón Gómez Pamo para la plaza de Farmacéutico municipal vacante en el Distrito de Hospital de esta Corte”, en Extracto de expediente relativo a encargar a los Sres. Juan Bravo y D. Juan Gómez Pamo el suministro de medicamentos a la 4ª Sección del distrito de Hospital ínterin se provea la vacante por dimisión de D. Andrés Garcinuño. AVM 19-434-145, fol. 8.

↑ ¹⁵ María Teresa Ruiz Jiménez, La exposición farmacéutica nacional de 1882, organizada por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid y la fabricación industrial del medicamento. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Farmacia. Memoria de grado de doctor de Farmacia. Madrid, 2005, pp. 3 y 188 y ss. [Disponible en línea] [consultada el 28 de julio de 2021] https://eprints.ucm.es/id/eprint/3601/1/T16807.pdf

↑ ¹⁶ El motivo de la deserción de un buen número de farmacéuticos residía en el reglamento de 1891 aprobado por la Corporación, en el que se apoyaba la colegiación obligatoria. Real Academia Nacional de Farmacia (RANF). Libro 53 de actas de Juntas de Gobierno del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, 1891-1916. Junta de 17 de enero de 1894.

↑ ¹⁷ Al parecer, el farmacéutico Luis Siboni censuró al Presidente y a la Junta bajo imputaciones de anarquía, aunque posteriormente negó los hechos. Las graves acusaciones de Siboni desencadenaron la dimisión en cadena de Gómez Pamo y de la Junta. A Gómez Pamo le sucedió Gabriel de la Puerta como Presidente. Junta General de 2 de noviembre de 1894. Actas de Junta General del Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid. Real Academia de Farmacia. Libro 55. Años 1891-1910. Juntas de 16 de diciembre de 1893, 21 de febrero, 20 de abril, 22 de junio, 9 de octubre y 2 de noviembre de 1894.

↑ ¹⁸ La Madre y el niño. Revista quincenal de higiene y educación. Marzo de 1884, nº 5, p. 1. Tolosa y Latour firmaba sus textos como Doctor Fausto.

↑ ¹⁹ Web Senado de España. Gómez y Pamo, Juan Ramón [disponible en línea] [consultado el 23 de julio de 2021] https://www.senado.es/web/conocersenado/senadohistoria/senado18341923/senadores/fichasenador/index.html?id1=1258

↑ ²⁰ El académico Toribio Zúñiga Cerrudo le describía así: “…Porque Gómez Pamo fue siempre un farmacéutico modelo que jamás se separó de la profesión, la que ejerció siempre, con farmacia pública: aunque conquistaba puestos prestigiosos en la Universidad, en la Academia, en la gobernación del Estado, siempre, siempre estaba al lado de la clase en los azarosos días en que se debatían problemas de trascendencia para la profesión. Su presencia, su consejo, su sacrificio personal, su prestigio, todo lo entregaba al servicio de la Farmacia, con una abnegación, un desinterés, una modestia y una constancia, que constituyen el único caso de su época de no haber desertado de sus deberes profesionales en días difíciles para gozar en el ambiente científico, egoístamente, de la tranquilidad que en aquél no tenía. Cuarenta años de la historia de esta vieja y gloriosa Corporación están llenos de él, ni la cátedra, ni la Academia, ni el Consejo de Sanidad, ni la presidencia de esta o de la otra Sociedad, ni el creciente prestigio que por sus obras iba conquistando, le apartaron de su farmacia, de sus compañeros, ni de los problemas profesionales; era el primero en luchar, el último en retirarse; el generoso alentador de virtudes; el implacable debelador de vicios; el leal amigo de todos; el humilde ensalzador de méritos ajenos; el cariñoso consejero; en fin: el maestro asequible y sencillo ante el que ningún alumno se sentía sobrecogido. Todos los días, a las siete y media de la mañana, salía de su casa de la calle de Santa Isabel y, atravesando la de Atocha, por la plaza de Matute, calles del Príncipe, Sevilla, Peligros, llegaba a la Facultad diez minutos antes de las ocho… siempre en pie, había empezado la explicación de la lección diaria…”. Toribio Zúñiga Cerrudo, “Sesión en homenaje a la memoria del Profesor Dr. D. Juan Ramón Gómez Pamo, con motivo del primer centenario de su nacimiento 1846-1946”, en Anales de la Real Academia de Farmacia. Madrid, Real Academia Nacional de Farmacia, 1932, Año XIII, nº 1, pp. 65-68.

↑ ²¹ La Farmacia española, 10 de noviembre de 1887, p. 710.

↑ ²² Reseñado en El Dr. Sangredo. Revista satírica quincenal dedicada a los hijos de Esculapio. Año III. Madrid, 16 de enero de 1885. Visita 30. Los grabados que se incorporan en este número corresponden a los hermanos Gómez Pamo, Marceliano y Juan Ramón.

↑ ²³ ACOFM, sig. 370/22.

↑ ²⁴ A la muerte de su padre, la titularidad pasó a su madre, Jesusa del Fresno, quedando él como regente en un primer momento hasta que se completó el traspaso de la propiedad.