Prensa farmacéutica
Por Marta García Garralón
Visita guiada
Un periódico para cada uno
El crecimiento y expansión de la prensa fue uno de los grandes fenómenos de la sociedad del siglo XIX.
Todas las facciones y sectores dentro de cada uno de los distintos partidos poseían uno o varios periódicos: La Época era canovista; El Tiempo silvelista; El Clamor estaba financiado por Romero Robledo; El Universo pertenecía a Pidal; El Correo y El Día eran sagastinos; El Español era propiedad de Gamazo…
El resto de los grupos políticos también mantenían sus propios periódicos: el PSOE El Socialista; algunos de los diarios republicanos eran La Justicia (de Salmerón), El Progreso (de Ruiz Zorrilla), El País (de Alejandro Lerroux, donde llegaron a escribir los literatos Azorín, Pío Baroja y Alejandro Sawa)…; periódicos carlistas, como La Cruz y El Siglo futuro; algunas publicaciones anarquistas, como Revista social, El Porvenir del obrero (donde publicó numerosos artículos el joven Azorín), La Revista blanca (publicada por los padres de Federica Montseny y donde ella misma colaboró)…; los principales órganos de expresión catalanista eran La Veu de Catalunya y el semanario satírico ¡Cu-cut!; mientras que la prensa política del Partido Nacionalista Vasco estaba representada por Bizcaitarra y baseritarra.
Durante la época de la Restauración existían seis u ocho periódicos diferentes en cada provincia, y en Madrid se editaban unos 40 diarios distintos y otras 30 publicaciones periódicas semanales o mensuales.
Álbum salón. 1906, p. 58. Hemeroteca Digital BNE.
http://hemerotecadigital.bne.es/details.vm?a=1454309&t=%2Bcreation&l=600&l=700&y=1906&view=&lang=es&s=0
Álbum salón. 1906, p. 58. Hemeroteca Digital BNE. http://hemerotecadigital.bne.es/details.vm?a=1454309&t=%2Bcreation&l=600&l=700&y=1906&view=&lang=es&s=0
Fondo de reptiles.
No obstante, la tirada media de cada periódico era muy corta y la mayoría solo vendía unos pocos cientos de ejemplares. Con frecuencia, los redactores y gacetilleros que se ocupaban de los temas políticos recibían de los gobernantes ciertas cantidades de dineros (en concepto de soborno) procedentes de los fondos estatales reservados o “fondos de reptiles”.
Curiosamente, muchos de los locales donde se elaboraban los periódicos poseían una sala de esgrima para que sus redactores pudieran entrenarse a causa del elevado número de desafíos y duelos en los que se veían implicados entonces los periodistas.
Cánovas jamás limitó la libertad de prensa y solo ordenó la censura de las opiniones antimonárquicas, de manera que los periódicos españoles (como los franceses, los británicos o los norteamericanos) tuvieron plena libertad para criticar a cualquier partido o líder político. Tampoco emprendió ninguna persecución contra los profesores republicanos e izquierdistas (como Giner de los Ríos, Azcárate, Salmerón, Montero Ríos, Moret y Canalejas) que fundaron en 1876 la Institución Libre de Enseñanza, un colegio privado donde no se impartían clases de religión católica. El gobierno canovista permitió su creación y nunca obstaculizó las actividades de la ILE2
Mención al fondo de reptiles en la obra Luces de Bohemia.
“No me estaba permitido irme del mundo sin haber tocado alguna vez el fondo de los Reptiles”.
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000200851&page=1
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000200851&page=1
Unión de prensa y farmacia.
La eclosión de la prensa profesional merece un apartado específico en el fenómeno de los medios de prensa escritos. Como parte de la importancia que cobró la producción literaria de carácter científico y técnico, la prensa se convirtió en un exponente de posturas ideológicas, y jugó un papel fundamental en una época de información y comunicación social, difundiendo conocimientos científicos y aplicando terapéuticas en nuevos productos.
Los periódicos y revistas médico-farmacéuticas eran generalmente privados, pero también se leían los boletines de los colegios y de otras asociaciones profesionales, que enriquecieron la vida farmacéutica al universalizar los cauces de acceso al conocimiento, presentando las novedades profesionales y científicas a todo el colectivo con rapidez.
Si bien al principio del siglo XIX la información farmacéutica dependía más de la prensa médica —por ejemplo, El Mensual farmacéutico—, pronto comenzaron a publicarse revistas y periódicos de Asociaciones Médico-Farmacéuticas o de Socorros Mutuos.
El Restaurador farmacéutico fue el periódico español más importante especializado en Farmacia. Se publicó durante casi cien años y su fundador en 1844 fue el farmacéutico y diputado Pedro Calvo Asensio. Fue el periódico oficial de la Sociedad de Socorros Mutuos y del Colegio de Farmacéuticos de Madrid.
La mayoría de estas publicaciones tuvieron una vida corta, pero hubo excepciones, como El Monitor de la Farmacia y de la Terapéutica, fundado por Macario Blas y Manada en Madrid en 1895, que se siguió publicando hasta el final del siglo XX.
El Restaurador farmacéutico, 10 de abril de 1855.
Aunque nació en 1844 como periódico oficial de la Sociedad Farmacéutica de Socorros Mutuos, en la Asamblea General del 31 de marzo de 1855 se aprobó que fuera también órgano oficial del antiguo Colegio de Farmacéuticos de Madrid. Después acumuló más subtítulos hasta que fueron todos suprimidos en 18903.
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000200851&page=1
El brazo eficaz de la farmacia
La prensa farmacéutica fue un revulsivo en la creación de las primeras organizaciones médico-farmacéuticas y para la promoción de iniciativas de defensa de intereses profesionales4.
En la cuestión de la colegiación obligatoria, los medios de prensa jugaron un papel fundamental como canales de información a favor y en contra de ésta, suministrando una información muy detallada de cada una de las fases y escenarios del conflicto. Mientras medios como La Farmacia española¸ La Farmacia moderna o El Monitor sanitario tenían líneas editoriales a favor de la colegiación obligatoria, otras publicaciones como La Correspondencia médica —su director el doctor Calatraveño—, El Nuevo régimen, Semanario federal, La Veterinaria española, la Revista de ciencias médicas de Barcelona o el mismo Restaurador farmacéutico sostuvieron campañas en contra de la colegiación forzosa5.
↑ 1 Juan José Fernández Sanz, «Francisco Romero Robledo» en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico. https://dbe.rah.es/biografias/5164/francisco-romero-robledo.
↑ 2 Antonio Puente Sierra (coord.), Domingo Domené Sánchez y Susana Casaos León, Historia de España 2, publicado por la editorial Laberinto en 2009, vid. pp. 188 y 189.
↑ 3 Farmacéuticos emprendedores: Pedro Calvo Asensio, fundador de “El Restaurador Farmacéutico”. Blog del COFM. http://blog.cofm.es/farmaceuticos-emprendedores-pedro-calvo-asensio-fundador-de-el-restaurador-farmaceutico/.
↑ 4 Pedro Luis Lorenzo Cadarso y Guillermo Gómez Calderón, Historia social de la Farmacia en España. Cronología de su progreso científico y profesional (1477-1975). Badajoz, 2017. Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Provincia de Badajoz, pp. 454-456.
↑ 5 Por ejemplo, el artículo publicado en El Restaurador farmacéutico en enero de 1902, titulado “El látigo de la ley”. 30 de enero de 1902, nº 5, p. 72.